La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) rechaza y repudia la iniciativa de «ley de reforma» de la Constitución presentada por el dictador nicaragüense Daniel Ortega. A través de estas modificaciones a la norma fundamental, Ortega y sus aliados buscan incrementar su control absoluto del Estado y perpetuarse en el poder.
La propuesta de la dictadura recibió el voto favorable de 91 diputados entre sandinistas y aliados del PLC y otros partidos zancudos.
La propuesta, recibida apenas hace tres días por la Junta Directiva de la Asamblea Nacional en un acto protocolario cargado de propaganda oficialista, fue aprobada con celeridad, sin debate real ni participación ciudadana.
La controvertida reforma amplía el mandato presidencial de cinco a seis años y eleva el rango de Murillo de vicepresidenta a copresidenta, equiparándola con el presidente.
Además, otorga al Ejecutivo la facultad de coordinar directamente los órganos legislativo, judicial, electoral, de control y fiscalización, regionales y municipales, eliminando la separación de poderes que la Constitución reconocía anteriormente.