En los últimos días, una fotografía de una supuesta estatua de Lionel Messi causó furor en redes sociales como Facebook y X. Los usuarios destacan la «increíble» obra, lo que ha llevado a la imagen a sumar más de 21.000 reacciones, 460 comentarios y cerca de un millón de visualizaciones desde su publicación el 24 de noviembre. Sin embargo, la estatua es un producto generado por inteligencia artificial (IA).
Ante el auge de este tipo de contenidos, es esencial aplicar buenas prácticas de verificación. Facebook, por ejemplo, cuenta con herramientas automatizadas que analizan imágenes para identificar si fueron manipuladas o creadas por IA. Este proceso confirmó que la fotografía de la estatua no es real.
Otra técnica efectiva es el uso del buscador de imágenes de Google. Esta herramienta permite rastrear cuántas veces se ha publicado una imagen y verificar su fecha de publicación original. En este caso, los resultados indicaron que la foto no había circulado antes del 24 de noviembre, lo que levantó sospechas sobre su autenticidad.
Además, la extensión «InVID» para Google Chrome es una aliada clave en la verificación. Con ella, se pueden realizar análisis detallados de imágenes y videos, detectando elementos artificiales o manipulaciones, como las que presenta la imagen en cuestión.
Por último, un método básico pero útil consiste en observar detalles mediante zoom. Las inconsistencias en texturas o sombras suelen ser indicios claros de que el contenido fue generado digitalmente. En esta imagen, las proporciones y acabados de la estatua no coinciden con los de una obra física.
La verificación de imágenes es crucial para evitar la propagación de desinformación en redes. Aplicar estos métodos ayuda a distinguir entre contenido genuino y el creado artificialmente, protegiendo la credibilidad de los usuarios en el entorno digital.
Carlos Moncada
Estudiante – Licenciatura en Periodismo