
Las políticas migratorias de Trump han priorizado el incremento de deportaciones, el control fronterizo, la restricción de programas humanitarios como el asilo y el Estatus de Protección Temporal (TPS), afectando directamente a los hondureños que habitan en Estados Unidos y a aquellos que intentan emigrar.
A continuación desglosaremos como las políticas migratorias de Trump podrían influir en Honduras:
Endurecimiento en las deportaciones
Uno de los ejes centrales de la política migratoria de la administración Trump ha sido el aumento de las deportaciones. Durante los últimos dos meses el numero de hondureños retornados a incrementado considerablemente, según datos del Instituto Nacional de Migración se registraron más de 2,000 hondureños deportados desde Estados Unidos en lo que va del año.
Criminalización y estigmatización de migrantes
En sus recientes discursos políticos Donald Trump asocia la migración irregular con la criminalidad el narcotráfico y la pérdida de empleos para ciudadanos estadounidenses.
Durante su primer mandato, calificó a los migrantes de Centroamérica como «delincuentes» y «violadores», generalizando casos individuales para justificar políticas más restrictivas, en este segundo mandato no es la excepción.
Este tipo de discursos han generado un aumento en la xenofobia y discriminación contra la comunidad hispana en EE.UU., lo que afecta la integración de los hondureños y su acceso a oportunidades laborales y sociales.
Además, esta retórica ha sido utilizada como justificación para incrementar las restricciones en la frontera sur, afectando a quienes buscan refugio o mejores condiciones de vida.
Restricciones en la migración regular
El mandatario ha anunciado la declaración de emergencia en la frontera sur, lo que significa la activación de recursos adicionales del Pentágono y Fuerzas Armadas para terminar la construcción del muro.
Entre las acciones que podrían realizarse están:
- Ampliación del muro fronterizo, con mayores recursos destinados a su construcción.
- Incremento de la seguridad fronteriza, con más agentes y tecnología para vigilar el cruce de migrantes.
- Restricciones en el acceso al asilo, limitando aún más los criterios para otorgarlo.
Estas políticas afectarán directamente a los hondureños que intentan llegar a EE.UU., muchos de los cuales huyen de la violencia, la pobreza y la falta de empleo en su país.
Acuerdos bilaterales entre Honduras y EE.UU.
El 28 de agosto de 2024 la presidenta de Honduras, Xiomara Castro había anunciado la denuncia al tratado de extradición. Dicho acuerdo se pausó por meses, durante la administración de Joe Biden.
De igual forma mediante una cadena nacional, la mandataria amenazaba a principios de este año a la administración Trump, esto debido a las deportaciones masivas y las nuevas políticas implementadas por el gobierno americano. Castro intimidaba con cerrar la base militar estadounidense Palmerola, Comayagua.
No obstante durante el 2025 la mandataria informó a través de su cuenta de X un nuevo acuerdo que sostiene la vigencia del tratado de extradición hasta enero del próximo año.
Además Honduras ha cooperado el pasado jueves con Estados Unidos como puente humano, tras permitir el traslado de más de 170 venezolanos deportados provenientes de Guantánamo hasta el país sudamericano.
El acuerdo ocurre pese a las tensas políticas migratorias de Trump y a las deportaciones masivas que ha llevado a cabo EE.UU. Poniendo a Honduras en una posición difícil, ya que el país depende en gran medida de la cooperación con EE.UU. para programas de seguridad y desarrollo.
Impacto en el flujo de remesas
En las primeras tres semanas de enero ingresaron a Honduras $548.4 millones de dólares en remesas, 60.1 millones más que el año pasado en la misma fecha. Sin embargo, se prevé una caída debido a las medidas migratorias que ha implementado EE.UU.
¿Cómo podrían las políticas migratorias afectar el flujo de remesas?
- Aumento de las deportaciones, reduciendo el número de hondureños en EE.UU. y, por ende, la cantidad de remesas enviadas.
- Dificultad para encontrar empleo, debido a restricciones para los migrantes y aumento en la persecución de trabajadores indocumentados.
- Posibles impuestos o restricciones a las remesas, una medida que Trump ha sugerido en el pasado como una forma de presionar a los países que envían migrantes.
El endurecimiento de las deportaciones, las restricciones al asilo y la posible eliminación del TPS pondrán en riesgo a miles de hondureños. Además, la reducción en el flujo de remesas podría afectar gravemente la economía del país.
Ante este panorama, el gobierno hondureño deberá buscar estrategias para mitigar los efectos de estas políticas y fortalecer la cooperación con EE.UU. en otros ámbitos.
La comunidad migrante, por su parte, deberá estar atenta a los cambios en las leyes y prepararse para un escenario en el que la permanencia en EE.UU. sea cada vez más incierta.
Jeshua Arias – Periodismo Ceutec